AUTORRETRATO, 2012

Fotografía digital en color, 2012

La alegoría se aferra a la ruina, a una historia pasada que intenta rememorar. Es una de las formas más naturales de la poesía al dejar que sea la melancolía la que ilumine el significado de las cosas. Citando a Georges Bataille la memoria es nuestro «verdadero yo», ese instante del tiempo fuera del tiempo, dónde, lejos de todo proyecto, nos vemos arrojados a la búsqueda de lo desconocido que siempre nos huye. Es la captura de un fragmento de tiempo en estado puro, desprovisto de toda utilidad; es la esencia de un momento que adopta la forma de recuerdo.

Concebidas como un tributo al expresionismo alemán, mostrando una realidad subjetiva, deformada y caprichosa, donde los sentimientos se imponen ante las formas.